Una posición geográfica privilegiada, un clima subtropical, un entorno paisajístico único y tradiciones culturales notables: descubra los encantos de Madeira.
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Madeira
Un refugio tropical
Con una superficie de 741 km², la isla de Madeira es un oasis en el Atlántico donde, entre bosques, pueblos, playas y montañas, se conserva una gran riqueza natural y cultural.
La costa norte de la isla de Madeira está dominada por las montañas verdes, donde el bosque de laurisilva tiene una vivacidad sorprendente debido a la abundancia de agua. Además, la presencia de cuevas volcánicas, playas de guijarros, piscinas naturales, arroyos y cascadas, hacen que la visita a esta región sea imprescindible.
Bañada por un mar transparente y con temperaturas suaves durante todo el año, la costa sur de Madeira está salpicada por la peculiar belleza de sus paisajes montañosos en armonía con las playas de guijarros o arena, pero también por la vida de sus ciudades, especialmente Funchal.
La costa este de Madeira es para la mayoría de los visitantes la puerta de entrada a la isla: Aquí se encuentra el aeropuerto internacional Cristiano Ronaldo de Madeira. Este encuadre está formado por numerosas y atractivas zonas de baño y lugares donde impera la riqueza de la biogeodiversidad.
Entre imponentes acantilados, pueblos costeros, impresionantes miradores y tranquilas zonas de baño, hay lugares en la costa oeste de Madeira que son de visita obligada para cualquier visitante. Al ser la parte más soleada de la isla, es uno de los destinos favoritos de los amantes de la playa y de los deportes acuáticos, como el surf.
La cordillera central de Madeira se encuentra por encima de los 1400 metros de altitud y ocupa una superficie de unas 8200 hectáreas. Con un perfil fuertemente accidentado, en ella destacan algunos de los picos más altos de Madeira, como el Pico Ruivo (1862 m) o el Pico do Areeiro (1818 m), que contrastan con los profundos valles.
Madeira es guardiana de un tesoro natural considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El bosque de laurisilva, de unos veinte millones de años de antigüedad, se remonta al Mioceno y al Plioceno del periodo Terciario. Se trata de un raro bosque subtropical, que aquí ocupa unas 15 000 hectáreas, que corresponden a un 20 % de la isla.
Algunos dicen que los habitantes de Madeira siempre están de fiesta y no podemos estar en desacuerdo. Nuestros eventos, además de desarrollarse durante todo el año, se viven con gran intensidad. ¡Ven a conocer a un pueblo que está de fiesta!
¡No se pierda el Festival del Atlántico! Madeira se llena de ilusión para celebrar el comienzo del verano con música, fuegos artificiales y espectáculos.
El Festival de la Naturaleza promueve numerosas actividades deportivas, donde la adrenalina y el cEl Festival de la Naturaleza promueve numerosas actividades deportivas, donde la adrenalina y el contacto con la naturaleza son indispensables.ontacto con la naturaleza son indispensables.
