Pico de Ana Ferreira

La isla de Porto Santo es un auténtico oasis dorado que flota en el océano Atlántico. Los fenómenos geológicos que moldearon la isla le proporcionaron, además de una larga extensión de arena ideal para el baño, formaciones rocosas de gran importancia e interés.

El Pico de Ana Ferreira, con 283 metros de altitud, es el punto más alto de la zona occidental de la isla de Porto Santo. En su cima se ha desarrollado un espectacular conjunto de columnas prismáticas, conocido popularmente como el «piano», aunque en realidad se parece más a los tubos de un órgano. Esta formación rocosa, que parece haber sido tallada a mano, es el resultado de la actividad volcánica y del lento enfriamiento del magma volcánico hace miles de años.

La mejor forma de contemplar esta obra maestra de la geología es desde el mirador de la Pedreira, un punto de observación situado no muy lejos del Club de Golf de Porto Santo. ¿Se ha preguntado por qué este pico tiene nombre de mujer? Según una leyenda popular, el nombre «Pico de Ana Ferreira» se debe a la existencia de una gruta, la gruta de Ana Ferreira, que habría servido de escondite a la hija bastarda del rey Juan II de Portugal, que vivió allí fuera, alejada de los habitantes de la isla, pero a salvo de los recurrentes ataques piratas.