Un festival de sabores
Celebrar con la gastronomía regional de Madeira
Una parte importante de la gastronomía de Madeira se conoce en la calle. El buen tiempo y la belleza del archipiélago son la excusa perfecta para pasar todo el tiempo posible al aire libre. Durante el verano, los largos días hacen que el sol se ponga después de las nueve de la noche y las fiestas tradicionales, que se celebran cada fin de semana en alguna de las parroquias, invitan a amigos y familiares a reunirse con buen humor y deliciosa comida. Los puestos de comida y bebida y las gastronetas son en esta época los lugares ideales para conocer de cerca la comida típica de Madeira.
A la cabeza de este festival de sabores que regala la vida isleña está el bolo do caco, que en realidad es un delicioso pan plano hecho con harina de trigo y boniato. Caliente y crujiente, con una generosa dosis de mantequilla de ajo, en su versión más atrevida también se pueden añadir lonchas de chorizo o beicon.
Los famosos pregos no pão (pepitos de ternera) también adquieren un sabor especial cuando se sirven en un bolo do caco. ¿Y qué hay de nuestro picadillo de carne de ternera con patatas fritas caseras? Qué bien sienta compartirlo en una terraza, mientras la música popular festiva resuena a lo lejos y nuestra piel aún hierve por el increíble día de playa que nos ofrece la isla.
Sin embargo, lo mejor de todo son los «dentinhos» de la casa (que en el vocabulario popular de la isla serían los aperitivos que ponen con las bebidas). Aquí no se puede ser raro, porque «a caballo regalado, no le mires el diente». El bonito, el pulpo, el pez espada y el atún escabechado, en el capítulo de pescados; las alitas de pollo, la carne al vino con ajo y los macarrones con carne guisada son los mejores aperitivos de carne.
