Si hay una foto que debe llevarse tras una visita a la isla de Porto Santo, es la de la puesta de sol en la playa de Calheta. Muy diferente de las demás playas de arena, de 9 km de longitud, destaca por sus formaciones rocosas que le confieren una mística especial.
Situada al suroeste de Porto Santo, la playa de Calheta marca el final de una playa de arena dorada de 9 km, lo que justifica la mezcla de arena y rocas. Por lo tanto, tiene características de una playa más privada y tranquila, al tiempo que conserva las arenas terapéuticas y las aguas cálidas que distinguen a Porto Santo.
Aunque más apartada, la playa de Calheta dispone de aparcamiento, vestuarios e instalaciones sanitarias, así como de una zona de restauración donde se pueden degustar lapas a la parrilla acompañadas del famoso bolo do caco con mantequilla de ajo.
El paisaje está marcado por el Ilhéu da Cal, también conocido como Ilhéu de Baixo, un importante patrimonio de esta isla, debido a las minas de extracción de cal. Aunque ya no están abiertas, todavía se pueden observar las galerías de exploración a través de los taludes perforados. En los días con mejor visibilidad también se ver el perfil de la isla de Madeira.
Detalles
La playa de Calheta, que marca el final de la larga franja de arena dorada de Porto Santo, destaca por sus formaciones rocosas, que le confieren un encanto muy especial, en un entorno de visita obligada.
