Bordado de Madeira

Con una historia secular, Bordados Madeira es hoy sinónimo de excelencia, tradición, rigor, arte e identidad. Es una de las marcas indiscutibles de este archipiélago atlántico, cuyo origen se remonta al inicio de su proceso de poblamiento, en el siglo XV.

Este trabajo se realiza a mano, con una habilidad y minuciosidad impresionantes. Este arte se ha transmitido de generación en generación, sin llegar a perderse. El bordado de Madeira se lleva a cabo con materiales de gran calidad y suavidad: lino, seda natural, organdí y algodón. Esto sigue siendo así hoy en día, ya que la autenticidad de cada pieza está escrupulosamente certificada con el sello de garantía del Instituto de Bordados y Artesanía de Madeira.

Actualmente, existen varios tipos de puntos que se aplican en la ejecución de estos bordados: richelieu, ojalado, calado, punto de cuerda, punto francés, punto granito o arenilla, entre otros. Dado su nivel de detalle, cada pieza puede tardar varios meses en ser bordada, dependiendo del tamaño del diseño estampado.

La gama que se produce actualmente también es bastante variada. El bordado de Madeira se utiliza, por ejemplo, para mesas, camas, baños o prendas de vestir, tanto para adultos como para niños. Recientemente, esta forma de arte ha estado presente en grandes eventos internacionales como Homo Faber —la mayor feria de artesanía de Europa—, la Semana de la Moda de París, a través de Chanel, y también en las colecciones del diseñador estadounidense Jeff Garner. Hoy en día, se calcula que hay unas 10 empresas que producen bordados de Madeira y que unas 1000 bordadoras se dedican diariamente a este arte.