En esta primera fase, las hortalizas y la pesca eran los principales medios de subsistencia de los madeirenses. Sin embargo, para desarrollar la agricultura en la isla de Madeira, era imprescindible cortar una parte del bosque, caracterizado por su densidad, y construir un gran número de canales de agua, llamados levadas. De este modo, era posible transportar el agua desde la lluviosa costa norte hasta la costa sur, más árida.