Zonas protegidas
Parque Natural
Zonas protegidas
Áreas protegidas de Madeira
El patrimonio natural es la riqueza más preciada y protegida del archipiélago. Tanto por encima como por debajo de la línea del mar, la vida se multiplica. Con ella se añaden colores, sonidos, formas y paisajes indescriptibles, vida vegetal o animal.
Consciente de la singularidad de su patrimonio natural, Madeira ha procurado, desde muy pronto, obtener estatutos de conservación, tanto a nivel nacional como mundial, para mantener la integridad y la vitalidad de sus espacios ecológicos. Así, a lo largo de los años, se han delimitado múltiples reservas naturales —totales y parciales— en Madeira. En la actualidad, alrededor de dos tercios de la superficie total de la isla de Madeira está clasificada como zona protegida, y existen numerosas reservas naturales, tanto en tierra como en el mar.
Entre otras, las áreas protegidas de Madeira incluyen el bosque de laurisilva, la Reserva Natural Parcial de Garajau, Rocha do Navio, las islas Desertas y las islas Salvajes, y también el propio Parque Natural de Madeira. La isla de Porto Santo es Reserva de la Biosfera desde 2020. Una distinción importante que reconoce la peculiaridad de este oasis cuya biodiversidad única también justificó la creación de la Red de Áreas Marinas Protegidas de Porto Santo.
La definición de estas zonas terrestres y marinas permite aplicar cuidadosamente las políticas de protección de la diversidad biológica, la calidad ambiental y el desarrollo sostenible del archipiélago.
Es importante destacar la evidente importancia de las reservas naturales de Madeira, porque cuando la naturaleza gana, ganamos todos.