El sorprendente paisaje sobre los 9 km de playa de Porto Santo hace que la visita al mirador de la Flor sea imprescindible en cualquier recorrido por la isla dorada. Es un espacio privilegiado para observar el Ilhéu de Baixo o el Ilhéu da Cal, pero también para ver los islotes de Ferro y de Cima. Además, si el tiempo lo permite, es posible ver las islas Desertas y la isla de Madeira.
Situado en la costa sur de la isla, para llegar a él hay que salir de la carretera principal, pasar por delante del Centro Ecuestre de Porto Santo y girar a la izquierda. De hecho, si busca una experiencia diferente, puede incluso detenerse aquí y optar por visitar el mirador de la Flor en un paseo a caballo inolvidable.
Cuando llegue a la cima, maravíllese con la vista panorámica sobre la isla de Porto Santo, donde destaca el contraste entre el tono dorado de la extensa playa de arena y el azul turquesa del océano.
En la plaza del mirador se encuentra el busto del pintor Francisco Maya (1915-1993), que vivió en Madeira y murió en Porto Santo, donde tenía una casa. Su obra está dispersa por todo el mundo.
Detalles
El mirador de la Flor es una parada obligatoria en una visita a Porto Santo por la vista magnífica que ofrece sobre toda la extensión de la isla y sus alrededores.
