Una parte importante de la gastronomía de Madeira se conoce en la calle. El buen tiempo y la belleza del archipiélago son la excusa perfecta para pasar todo el tiempo posible al aire libre. Durante el verano, los largos días hacen que el sol se ponga después de las nueve de la noche y las fiestas tradicionales, que se celebran cada fin de semana en alguna de las parroquias, invitan a amigos y familiares a reunirse con buen humor y deliciosa comida. Los puestos de comida y bebida y las gastronetas son en esta época los lugares ideales para conocer de cerca la comida típica de Madeira.