Vino de Madeira

Este ex libris de Madeira, de sabor intenso e inconfundible, ha estado presente prácticamente en toda la historia de la isla. Los registros históricos muestran que solo 25 años después del inicio de la colonización, el vino de Madeira ya se exportaba. No es de extrañar, pues, que se convirtiera rápidamente en un éxito en muchas geografías diferentes.

¿Sabía que esta fue la bebida elegida para conmemorar la Independencia de los Estados Unidos de América el 4 de julio de 1776? ¿O que Shakespeare se refiere al vino de Madeira en algunas de sus obras? A lo largo de sus seiscientos años de internacionalización, muchas personalidades y grandes nombres se han rendido al vino de Madeira. Es el caso de George Washington, Thomas Jefferson o Winston Churchill.

El éxito que este producto ha alcanzado en las más diversas rutas de exportación radica sobre todo en la excelencia de la materia prima y en el meticuloso perfeccionamiento del proceso de producción, desde el campo hasta las bodegas de vino de Madeira. Las uvas utilizadas proceden de vides plantadas a mano en pequeñas parcelas conocidas como poios (terrazas donde se cultivan las vides), sostenidas por muros de piedra en empinadas laderas de montaña. Un arte ancestral difícil, pero realizado con dedicación y delicadeza.

La calidad distintiva de esta fruta se debe al conocido clima templado de Madeira, así como a la fertilidad de los nutritivos suelos volcánicos. Pero el tipo de uva cultivada también juega un papel decisivo en esta ecuación. Existen más de 30 variedades de vino de Madeira. Sin embargo, las más utilizadas hoy en día son las cuatro más nobles (sercial, verdelho, bual y malvasía), así como terrantez y tinta negra. Entre los vinos secos, destaca la variedad sercial, de color claro y sabor ligero, ideal como aperitivo. Por su parte, el verdelho encabeza el grupo de los semisecos, afirmándose por su color dorado y su sabor delicado, adecuado para las comidas.

La variedad bual, suave y aterciopelada, se recomienda para acompañar asados y postres. Tiene un regusto semidulce y un color dorado oscuro. Por último, para el momento entre comidas o para el postre, la opción recomendada es la variedad malvasía, que produce un vino dulce, con cuerpo, intensamente perfumado y de color rojo.

Venga a deleitarse con el aroma y el sabor único del vino de Madeira.