Bosque de laurisilva
Bosque de laurisilva
Naturaleza
Bosque de laurisilva
La isla de Madeira es la orgullosa guardiana de un patrimonio medioambiental de inestimable importancia. El bosque de laurisilva, de unos veinte millones de años de antigüedad, se remonta al Mioceno y al Plioceno del periodo terciario. Sin embargo, la marca del tiempo, que la convierte en un «fósil viviente», no parece afectar a su dinámica energía.
Si en este pasado ancestral se distribuía por el sur de Europa y el norte de África, tras las alteraciones climáticas determinadas por la formación del Mediterráneo, el bosque de laurisilva acabó en regiones insulares como su último refugio. Actualmente, ocupa una superficie de unas 15 000 hectáreas en Madeira, lo que corresponde al 20 % de la isla, con mayor expresión en las zonas altas del norte.
Esta selva subtropical está compuesta principalmente por especies endémicas de la Macaronesia. Se trata de un vasto ecosistema que alberga una fauna y flora diversas, donde destacan los árboles, muchos de ellos centenarios, de la familia de las lauráceas (a la que el bosque de laurisilva debe su nombre).
Considerado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 1999, el bosque de laurisilva es un tesoro natural sin igual. Camine por los senderos y levadas que lo atraviesan y disfrute del privilegio de tener un vínculo con la verde y densa vegetación madeirense.
Características:
Bosque húmedo subtropical con veinte millones de años de antigüedad, el bosque de laurisilva se remonta al periodo Terciario. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un patrimonio medioambiental de inconmensurable valor.